Por una mejor relación entre padres e hijos

Junio del 2008


Por una mejor relación entre padres e hijos

Coaching Estudiantil trabaja junto a los estudiantes, sus padres y el colegio, tejiendo una red de contención y crecimiento que facilita el proceso de aprender. El objetivo de Coaching Estudiantil, no es solamente el logro de la mejora del desempeño escolar, sino además, encontrar la manera que cada uno tiene para lograrlo y enriquecerse como persona.

Nuestros coaches trabajan con los chicos a la manera de los coaches en el deporte. Un coach puede ayudar a un tenista a reducir los obstáculos internos para su desempeño, entrenando su inexplorada capacidad natural, sin necesidad de transmitirle un exceso de cuestiones técnicas.

En Coaching Estudiantil, esta modalidad es trasladada al proceso de aprendizaje. La meta está puesta en que el estudiante pueda construir el conocimiento, desarrollar la responsabilidad y ampliar la confianza en sus potencialidades. De esta manera, se genera un circuito favorecedor en donde los éxitos tienen que ver con su protagonismo, dando lugar al fortalecimiento de la autoestima y generando una relación más armónica con el aprender y el entorno.

¿Cómo funciona Coaching Estudiantil?

Vamos a contarles como se manejó la situación con Florencia.

Flor de 15 años, estaba en 3er. año de un colegio bilingüe. Comenzaba el 3er. trimestre y veía que no lograba aprobar biología, física, mathematics, history y lengua.

Su mamá con gran preocupación, nos llamó y transmitió su inquietud. Acordamos una entrevista a la que asistieron Florencia, su mamá y su papá. Durante el encuentro, Laura, la mamá, narra acaloradamente cómo su hija dejaba todo para último momento. Dijo que nunca registraba cuándo tiene una prueba, que es ella la que llegado el momento, tiene que llevarla a la casa de alguna compañera a buscar las tareas.

Luis, el padre, agregó con cierta ironía comentarios como: “la que sabe hacer muy bien es estar prendida a la computadora, chateando hasta tarde”.

Florencia, mientras jugaba con sus pulseras y masticaba chicle dice:”ellos no me creen cuando les digo que estuve estudiando”. El clima familiar se veía afectado, Florencia con su aparente indiferencia disimulaba su malestar.

A partir de algunas intervenciones nuestras que permitieron correr a los papás del lugar de la queja, se pudo establecer una conversación en la que Florencia se incluyó como protagonista de su situación escolar y desde ahí, logró reconocer su necesidad de ayuda.

Al finalizar la entrevista, la tensión cedió, el diálogo entre ellos se tornó más fluido y desde ahí pudieron consensuar qué intentarían hacer mamá, papá e hija para evitar malestares cuando debían ocuparse de temas escolares.

El material recogido en esta entrevista es utilizado por las coordinadoras de Coaching Estudiantil para elegir el coach cuyo perfil se adecue no solo con las necesidades académicas del alumno, sino también a sus condiciones personales.

Nuestra elección del coach, se basó en la búsqueda de un perfil que pudiera responder al de Florencia, evaluando su estilo personal, sus dificultades académicas y la distancia geográfica.

Lucía, estudiante de Ciencias de la Comunicación, con una excelente performance académica y un estilo personal firme pero flexible, fue la coach elegida para trabajar con Florencia. La asistió a partir de septiembre. Al promediar el trimestre, se evaluó la necesidad de la intervención puntual de un coach cuyo fuerte estuviera en las ciencias exactas para apoyarla en biología y física durante cuatro encuentros. Al terminar las clases, Florencia tuvo que rendir mathematics.

Testimonios

Laura (madre): “Estamos muy contentos con Lucía (coach), yo estoy más tranquila. Al mes de haber comenzado el proceso, consiguió que Florencia administre mejor su tiempo y organice las tareas. Cuando tiene alguna duda, se comunica por Messenger y Lucía la ayuda a encontrar la solución. Fui a hablar con los profesores de biología, física y lengua, y me contaron que la veían mas participativa, que le había ido muy bien en las pruebas. Sin dudas estos cambios incidieron en la vida de mi casa. Ella está menos irritable y son otros los diálogos que Florencia tiene con nosotros”.

Florencia: “¡Dejaron un poco la pelea por la Compu!. Reconozco que yo ahora sé cortar. Está bueno no escuchar: ¡Flor apagá esa computadora!”

En cuanto al padre que no pudo concurrir ese día al encuentro, ambas coincidieron que no se irritaba con Florencia como sí lo hacía unos meses atrás. A través de un correo electrónico nos expreso: “ Lamento no haber concurrido, pero quiero agradecerles porque veo en mi hija, crecer la responsabilidad”.

Lic. Ana Caraballo - Lic. Liliana Segat

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